Caracas – Agosto de 2022
Deseo darles una cordial bienvenida a este nuevo semestre que comienzan estos días. Tengo la confianza de que ustedes están en la mejor disposición para hacer frente a las necesidades educativas de los jóvenes que se incorporan a nuestras aulas.
Todos somos conscientes de los cambios acaecidos en la educación del país, especialmente con la pandemia, de su impacto en el quehacer docente y en el momento que viven nuestros jóvenes.
La educación universitaria de Fe y Alegría ha asumido con responsabilidad el reto de dar una respuesta de calidad, tanto de modo presencial como a distancia. Hoy nos corresponde reiterar nuestros esfuerzos de manera creativa en la búsqueda incansable de ofrecer una formación integral, que abarque las competencias profesionales en cada una de las carreras, así como las demás dimensiones de una
formación personal y ciudadana que les llene de sentido sus vidas.
En este empeño de búsqueda de una educación de calidad en nuestra institución tenemos que acompañarnos mutuamente y sentirnos alentados, para traspasar las posibles limitaciones que nos impiden soñar en una propuesta educativa universitaria tecnológica de Fe y Alegría, adecuada, que salga al encuentro de las demandas del mundo laboral en rápido cambio. Para ello, requerimos una buena cuota de audacia para vencer temores y hacer posible aquello que nos pueda parecer imposible.
Estamos en permanente invitación a entregarnos con pasión a la misión de formar a nuestros jóvenes que requieren de lo mejor que tenemos, nuestra cercanía, nuestro acompañamiento y nuestro compromiso afectivo. Deseo que esta entrega apasionada, a la que estamos invitados, nos llene el corazón de profundo gozo, y que este gozo se haga visible en nuestro trabajo diario.
Como universidad, hasta el presente, hemos desarrollado con vigor la dimensión de docencia e iniciado con esfuerzo la dimensión de extensión. Es un momento oportuno para asumir gradualmente la dimensión de investigación, que puede comenzar con la sistematización de las buenas prácticas y la difusión de las mismas en encuentros de homólogos y su publicación por medio de canales digitales.
En este tiempo de rápidos cambios, debemos asumir con fuerza la formación continua del docente para estar a la altura de las nuevas competencias profesionales que se requieren, así como de toda la formación y acompañamiento socio-afectivo y espiritual necesario, con el fin de atender de modo integral a los jóvenes en nuestras sedes.
Estoy convencido que la excelencia académica y humana que queremos está estrechamente relacionada con el bienestar del personal que atiende nuestras sedes. La educación universitaria de Fe y Alegría está comprometida en un proceso continuo de mejoramiento humano y socio-económico del personal. Se están atendiendo ambas dimensiones con las iniciativas de acompañamiento personal; y avanzando gradualmente en la mejora de los ingresos, aunque todavía queda un buen trecho para cumplir con las
aspiraciones deseadas. Lamentablemente se ha experimentado una fuerte reducción de los ingresos que provienen de las fuentes oficiales, quedando fundamentalmente dependientes de los ingresos por matrícula de los alumnos y de lo que se genere en los cursos de extensión y servicios. A la vez, se propone reforzar el programa de becas estudiantiles para que nadie que lo necesite quede fuera.
Quiero expresar un agradecimiento profundo por la comprensión, generosidad y compromiso de todo el personal en su entrega en la formación de nuestros jóvenes.
La educación universitaria de Fe y Alegría ha sido bendecida desde sus inicios.
Pidamos al buen Dios que nos siga acompañando y vaya iluminando nuestro caminar.
Jesús Orbegozo, S.I.
Rector
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